1. La Gratitud nos libera de emociones tóxicas

Los investigadores notaron que los que daban las gracias mostraban una menor utilización de palabras ligadas a emociones negativas.  
Asimismo, descubrieron que usar menos palabras negativas es un predictor de buena salud mental, más que la abundancia de palabras
positivas.  Tal vez esto sugiere que al escribir las cartas de gratitud se produce una mejor salud mental al apartar la atención de las emociones tóxicas,
como el resentimiento y la envidia.

Cuando se escribe sobre lo agradecido que se está con los demás y cuánto otras personas han bendecido su vida, podría ser
considerablemente más difícil para uno rumiar sobre sus experiencias negativas.

2. La gratitud ayuda incluso cuando no se comparte  

En el estudio muchos de los participantes decidieron no compartir sus cartas, pero aun así cosecharon los beneficios. Esto explica por qué las 
personas que dan las gracias rezando también reciben los beneficios de agradecer. Es el acto de enfocarse en la gratitud lo que modifica el
cerebro y la actitud de un individuo.  
Esto sugiere que los beneficios de salud mental de escribir cartas de gratitud no dependen totalmente de comunicar realmente esa gratitud 
a otra persona. Así que si estás pensando en escribir una carta de agradecimiento a alguien, pero no estás seguro de si quieres que esa persona lea la carta,
te animamos a escribirla de todos modos. Puedes decidir más tarde si enviarlo (y creemos que a menudo es una buena idea hacerlo).
Pero el mero acto de escribir la carta puede ayudarte a apreciar a la gente en tu vida y cambiar tu enfoque lejos de
sentimientos y pensamientos negativos.

3. Los beneficios de la gratitud toman su tiempo 

Por ahora, la conclusión es la siguiente: si participas en una actividad de escritura de gratitud, no te sorprendas demasiado si no te sientes 
mejor después de la escritura. Se paciente y recuerda que los beneficios de la gratitud pueden tardar en ponerse en marcha.

 
4. Los efectos de la gratitud tienen efectos duraderos en el cerebro

Se utilizó un escáner fMRI para medir la actividad cerebral, mientras que las personas de cada grupo realizaron una tarea de "pago anticipado". 
En esa tarea, a los individuos se les daba regularmente una pequeña cantidad de dinero por una persona agradable, llamada el "benefactor".
Este benefactor sólo les pidió que pasaran el dinero a alguien si se sentían agradecidos. Nuestros participantes entonces decidieron
cuánto del dinero, si alguno, (y de hecho donamos ese dinero a una caridad local). Alrededor de tres meses después de que
empezaron las sesiones de psicoterapia, tomamos a algunas de las personas que escribieron cartas de gratitud y las compararon con
aquellas que no escribieron.
Queríamos saber si sus cerebros estaban procesando la información de manera diferente.

Queríamos distinguir las donaciones motivadas por la gratitud de las donaciones impulsadas por otras motivaciones, como sentimientos de
culpa u obligación. Así que les pedimos a los participantes que evaluaran lo agradecidos que se sentían hacia el benefactor, y cuánto querían
ayudar a cada causa caritativa,así como cuán culpables se sentirían si no ayudaban. También les dimos cuestionarios para medir lo
agradecidos que están en su vida en general.

Encontramos que a través de los participantes, cuando la gente se sentía más agradecida, su actividad cerebral era distinta de la actividad
cerebral relacionada con la culpabilidad y el deseo de ayudar a una causa. Más específicamente, encontramos que cuando las personas que
son generalmente más agradecidos dieron más dinero a una causa, mostraron mayor sensibilidad neural en la corteza prefrontal medial,
un área del cerebro asociada con el aprendizaje y la toma de decisiones.
Esto sugiere que las personas que están más agradecidas también están más atentas a cómo expresan su gratitud. 

De manera más interesante, cuando comparamos a los que escribieron las cartas de gratitud con los que no lo hicieron, los autores de cartas 
de gratitud mostraron mayor activación en la corteza prefrontal medial cuando experimentaron gratitud en el escáner de fMRI.
Esto es sorprendente, ya que este efecto se encontró tres meses después de la escritura de cartas comenzó.
Esto indica que simplemente expresar gratitud puede tener efectos duraderos en el cerebro.
Aunque no es concluyente, este hallazgo sugiere que practicar gratitud puede ayudar a entrenar al cerebro a ser más sensible a la
experiencia de gratitud hacia abajode la línea, y esto podría contribuir a mejorar la salud mental con el tiempo.
Aunque estos son sólo los primeros pasos en lo que debería ser un viaje de investigación más largo, nuestra investigación no sólo 
sugiere que escribir cartas de gratitud puede ser útil para las personas que buscan servicios de asesoramiento, sino también explica lo
que está detrás de los beneficios psicológicos de gratitud.
En un momento en que muchos profesionales de la salud mental se sienten crujidos, esperamos que esta investigación puede señalar a ellos
y sus clientes hacia una herramienta eficaz y beneficiosa.
Independientemente de si está enfrentando serios desafíos psicológicos, si nunca ha escrito una carta de agradecimiento antes, 
le recomendamos que la pruebe.
Gran parte de nuestro tiempo y energía se dedica a perseguir cosas que actualmente no tenemos. La gratitud invierte nuestras prioridades para
ayudarnos a apreciar las personas y cosas que hacemos.
 
Traducción: Maria José Gómez - ColombiaRegala.com
Artículo original en inglés de By Joel Wong and Joshua Brown 
Este artículo apareció originalmente en Greater Good, la revista en línea del Centro de Buenas Ciencias de UC Berkeley,
uno de los socios de Mindful Ver más

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